jennvecino

Despedida en libertad

Quedé en la puerta, sin cruzar,
Entre el verbo \"ser\" de mis labios
Y el \"estar\" de tu indecisión.
Esto se vuelve recuerdo
Y cada día sabe más a libertad.

Pensando que los demonios de mis anhelos no me soltarían,
Hoy te alejas del recóndito pedestal en que mi amor te colocó.
Mira los caprichos del destino,
No eres más mi devoción,
El velo deslumbrante ante mis ojos al caer te perdió.

Y hoy, con rezagos, reconozco al hombre que me enamoró,
Como una dirección casual,
Como un cuarto fugaz,
Como manos que no sienten mi propia piel.

Entonces proclamo victoria, como un secreto nuestro,
Y no te hago mío,
Decido soltarte, como mi única alternativa,
En defensa de mi dolor.

Que nadie te nombre,
No quiero hallarte en ninguna esquina de mis pasajes,
No por temor,
Porque si lo hiciera, no sé qué sería de este mundo revuelto que dejaste aquí,
Que aún busca forma, que aún armo pedazos del vendaval que lleva tu bendito nombre.

¡No aparezcas, por piedad!