Aromas otoñales
El delirante viento del otoño levanta el nido entre las ramas;
el nido del jilguero, abandonado en la alegría de primavera,
el viento impetuoso que dejó en seca desnudez a la arboleda
Ruinas del nido abandonado de la golondrina en Capistrano,
ahora volando de regreso en otoño, presurosa buscando el nido,
regresa atraída por aromas perfumados de azahares en el viento;
encuentra desnudos sin follaje, árboles del bosque y la pradera,
follaje que se revestirá de verdes colores al llegar la primavera
Hoy cae a plomo el atardecer del sol otoñal bajo el naranjo,
despidiendo sus aromáticos aromas de azahares en el viento
Rocas en el río desnudas, ruedan por el seco caudal del estío;
bajo el sol otoñal, lloran a las arenas de la playa abandonadas
Mientras cantándole al mar ansiosas esperan alegres caracolas;
vuelven las barcas buscando abrigo de la playa en sus orillas;
abrigo de las suaves arenas, de playas solitarias en el olvido