Carlos R. Barrera

III

Innumerables sonrisas
De tu rostro pude robar.
 
Suspiros de tu pecho,
Caricias de tus pálidas manos,
Hermosas palabras de consuelo
Me supiste otorgar.
 
Celos, que de inocente amistad creía
A mi camino, la muerte llevaría.
 
 Pues de tu mirada, me obsesioné,
De tu figura, hermosa mujer, me apasione,
Y tu franqueza y serenidad,
Por mucho tiempo, idolatre.
 
Y de ti completa, ¡oh! Divino ser, 
Como un gran loco me enamore.




                                             Carlos R. Barrera