Te encontré en ese camino,
bello campo de colores,
pleno de grandes amores,
sin que falte algún espino;
para muchos desatino,
para mí grandes fervores,
pues tornaste mis dolores
en un brebaje divino;
a tu lado yo encontré
paz para mi corazón,
en un instante entregué
cuerpo, vida y mi pasión:
paraíso que soñé
pleno de vida y de amor...