Florece mágica y alegre,
aroma profundo y celestial,
muda y quieta en la tiniebla,
alborotada y agitada a la luz,
pacífica y armoniosa al crepúsculo,
caudal de fragancias día y noche.
Aroma de hembra encantada,
perfume de mujer enamorada,
música cual susurro a la aurora,
brisa de mar adormecida,
suspiro de corazón enamorado.
Atrapas mis saetas al vuelo,
cautivas mi libertad al fugaz gemido,
llenas mi pecho de suspiros,
agotas mis fuerzas al estruendoso amar,
a nuestro loco éxtasis vespertino.