Ben-.

Los cráteres-.

Poco a poco, se llenan los cráteres

de luna llena, con viejas encinas.

Quien dice cráteres, dice avisperos,

donde el alma se retuerce, sin disipar

sus dudas o tristezas. No, uno no escapa

de sí mismo. Se estancó la aventura,

y la lagartija, bajo las piedras,

duerme a la espera de su siguiente presa.

Rezan viejas beatas su romance por las tardes.

Hay un odre vacío y una bañera llena,

aunque la voz acumule ecos de otras tardes,

y los vencejos acudan a otras iglesias.

No sé a quién espero, pero espero a alguien-.

 

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