Apología
Si me hablan de novelas, pues... Madame Bovary,
Lazarillo de Tormes, La muerta enamorada,...
y si alguien me pregunta por Emelin Yojary
diré sinceramente que es niña consagrada.
Su dicha plenamente contempla la alborada,
aquella que en silencio dirige mil rebaños;
a veces dice todo su mágica mirada
en donde con sigilo florecen muchos años.
La niña de alma pura, de labios mariposas
es digna de elogiarle con versos matutinos:
aquellos que un poeta dedica como rosas
durante un recorrido de cánticos divinos.
La Voz de la Palabra me dice muy consciente
y escucho que en su numen palpitan doce coros;
con unos fortalece la fe perfectamente,
con otros la victoria de una alma con tesoros.
Samuel Dixon