Estoy más que muerto;
me he vuelto un microbio
de tanto que muerdo
la misma neurona.
A ti no te importan
mis sentimientos
cuando incluso me drogo
para aplacar el silencio
que me culpa de todo
sin encontrar quien lo sienta
ya de esta forma.
Mejoro la apuesta
con un poco de sol
de lleno en la frente
yo de hielo tan sólido.
No le temo a ningún monstruo
de los que me rondan
cuando adentro en persona
me presento: soy otro.
No pueden cambiarme las modas
ni dañar las pistolas
corazón vaporoso.