Si quieres ser buen cristiano,
sigue bien las enseñanzas
de aquel joven del madero.
A tus amigos alaba,
no me seas majadero,
lo hagan bien o lo hagan mal,
sea tu voz un halago
y recibirás en pago
una sonrisa cordial.
Aquel Cristo decía,
muchos lo han olvidado:
-¡Alabaos los unos a los otros
como yo os he alabado!
La Merche