Siempre voy persiguiendo a mis culpas
como si fuera víctima de una maldición.
Y me cobijan siempre las mismas dudas
que son puñaladas aquí en mi corazón.
Me sobrevuelan aves desconocidas
Quizás tengan entre sí una gran tentación
de querer rapiñar lo que queda de mi vida
que por mi culpa ya ha perdido su ilusión...
Tengo el muro de cuatro puntos cardinales
el universo es como una gran prisión,
debo nadar entre tantas adversidades
y hablar de mí termina siendo un error.
Ya no hay ganas de llegar a envejecer
decididamente, ya he perdido mi timón,
mis ojos cansados ya no quieren ver
lo que el destino detrás de mi ya dejo...
Grandes abismos que he tenido que escalar
después de haber caído sin compasión,
todo un tiempo dedicado a querer amar
y una infinita eternidad para curar al dolor!
Desnudez de mis cosas más extremas
melancolía que gira con un viejo reloj,
respirar un aire que me enferma
y mi sombra que cae en mi confusión.
Mil batallas perdidas que me vuelven
para atacarme por detrás como un traidor,
volátil estoy de las lágrimas que me hieren
y me inundan de miedo y de terror...
Envuelto estoy de mis cosas inconclusas
al desamparo de mi vicio tan bebedor,
llego a el origen de mis propias estructuras
viajando en las alas invisibles del alcohol.
Amargas circunstancias que me encadenan
a una soledad que sabe por qué voy,
un diario escrito para recordar mis tristezas
para espejarme y saber por qué aquí estoy...
Espinas y piedras a lo largo del camino
que a veces he esquivado por intuición,
y solo en mis manos un vaso de ese vino
que me cura como si fuera el mejor doctor...
Apenas un cruel relato de mi vida intensa
donde mi alma tuvo siempre una buena intención
y ver que aún hay olas profundas que me llegan
para que no me llegue una nueva salvación!