Las ramas de araucaria,
se quiebran en silencio,
la agresión del viento
se lleva los gritos,
escondidos entre el follaje.
Las aves pierden su hábitat,
como la violencia despoja
el amor de su refugio.
Las raíces desgarradas
abandonan la tierra,
el tronco ha perdido
su destello de las estrellas,
se alejan los sueños
de los habitantes,
cada día
abren las cortinas
de su hogar,
esperando el regreso
de una respuesta
hecha amor.