Me acerco a tu morada al comienzo
de la tarde anaranjada y quieta,
para recibir aquellos amapuches;
tan densos y suaves sellando mi
felicidad con tus inquietos y
seguidos besos acaramelados
como el roce de tus manos,
surcando mi espalda: Ternura, felicidad,
esplendor con deseos y pasión,
sofocando mis angustias febriles.
Aprisionas my boca con tus carnosos
y rosados labios para llevarme hasta el
paraíso soñado en medio de los
turbulentos deseos de amor;
quimera radiante y explorativas,
realizaste con tu audas lengua el
abordaje sigiloso y tierno con
sabor a menta a la sensitiva conexión
dentro de mi boca: Succionado el amor
desesperado del corazón latente.
Cierras los ojos lujuriosos
en medio de la oscuridad moldeada
dentro de la pícara noche romántica ,
con los aromas frescos de las rosas,
y escuchaste los talentosos cantos
de los grillos incesantes tan
confidentes exclusivos; serenando
nuestros comportamientos ansiosos,
clamando tiempo demás ante el
riguroso deseo de amarnos más.
RIVAS JOSE
12_09_2023
Barinas Venezuela.