Se abrieron vacíos en mis entrañas
que sólo se rellenan con tu abrazo
-te entrego mi ligereza para que vueles-
cantaré tus silencios para perpetuarlos
recobro la alegría de vivir si te veo
-mojas mis campos por las mañanas-
no hay destino final cuando apareces
y de todas formas eres un cometa en mi cielo
percibo los ecos de tu canto
y se alzan los sonidos de tu alma callada
-me gusta tu estatura elevada-
la melancolía es un huésped
inoportuno en la casa
siento paz cuando camino sobre tus colinas
-hay muchas aldeas sin habitantes
en las extensiones de tu memoria-
bandadas de recuerdos huyen del invierno.