De vez en cuando, me confronto,
exploto en la esencia de mi ser,
hasta quedar en la nada.
Me sumerjo en el abismo del olvido,
despreciando la reconstrucción.
Prefiero lanzarme al ardor de las llamas,
que el vacío me torture con su fuego.
Y de mis cenizas, resurja el ser,
tan simple y ambicioso.
Luchando con mi dualidad, en duelo.
Entre miles de caminos, este elijo.