El canto de sirenas, las luces en la disco, las botas negras hasta tus rodillas. Tus ojitos fijos no hacen foco, y todos te conversan nada, y la bolsa vacia en tu bolsillo, y planetas y pastillas caen del cielo denso, estrellas y efebos asomando de alcantarillas, sos piel en la puerta, esperas que te sorprenda el universo otra vez, un nuevo licor, una nueva droga, un desierto, un esquimal o quizá un taliban de cabellos plateados viajando en camellos de peluche con la barba enrulada y trayendo en su mochila doce lunas de papel mache
Un boliche abre, un cabildo cierra, un grito en los castillos olvidados, tus aliadas ocultandose en reservados, tu chivo te perdió y busca un pecesito nuevo, se interna en ese oceano desesperado de sonidos y tragos cargados
Tus amigos a esta hora son robots transpirados con pupilas dilatadas. La morsa en la barra repitió tu nombre y su colmillo brilló. Dos pisos arriba el DJ dd vinilo se está derritiendo, sulfura plastico sobre parlantes y mueve sus brazos hechizado
La aguja de ser señalada por el tipo equivocado te está pinchando la piel humeda, ya no podés estar en pie