El hombre habla de su amada con pasión en la voz,
Ella es vivaz, despierta como la luz de la aurora.
Alegra su día con risas y una alma encantadora,
Jovial, clara y hermosa, es un regalo de Dios.
Ella es amiga leal, confidente de secretos profundos,
Sabia consejera, su amor es el lazo que los une.
Amorosa y libre, todo lo bueno del mundo reune
Es como tener todo el cielo en un segundo
De ojos color miel, mirada que al corazón le ilumina.
Su piel, suave como la de un bebé, acaricia su deseo,
Labios rojos coral, que en sus besos encuentra el anhelo.
Menudita y hermosa, su presencia es divina.
De inteligencia superior, su mente brilla como el cielo.
Una casta mujer, de valores y principios firmes,
Son el cimiento de su amor, que eterno les redime
En su amor se funden, como dos almas que se unen.