alegazpa

Vuela alto

¿Dónde quedó el último beso que te di...?

Su eco aún arrasa los contornos de mi corazón.

Me despedí,

mientras la enfermedad

te llevaba a la muerte en sus brazos.

Era la forma que la vida eligió

para que volvieras a nacer.

Mi niñez siempre supo que aquello

fue una despedida de tu alma

hacia la mía

hasta poder reencontrarnos

en otro plano,

en otra realidad.

Se fracturó mi pequeño ego

cuando la vida mostró

lo que la hacía tener sentido:

la muerte.

No entendí nada,

pero sentí la naturaleza que habita a través de los cuerpos,

tren que galopa por sus vías,

pero sin que nadie lo guie,

pues amor es.

A día de hoy no entiendo nada,

pero siento tu luz en mis ojos,

viviendo conmigo a cada paso.

 

Somos cuerpos mortales

habitando un alma inmortal

que habita una existencia perenne

en constante devenir.