Jorge L Amarillo

EL BIEN Y EL MAL

Convergen en mi vida miles de silencios
almas desnudas que no alcancé a abrazar,
Pájaros dormidos en un mundo de sueños
que por mi culpa no he podido liberar...

 

Mudas estatuas frágiles al invisible viento
mi sombra corriendo en la oscuridad,
palabras vírgenes con el sentimiento
que aún nadie se atrevió a escuchar.

 

Ilusión de volver donde no hay regreso
como aquella flor que ya supo marchitar,
profundas grietas que dibuja el tiempo
envejeciéndonos al momento de respirar.

 

Giran ante mí mutantes rostros sin cuerpos
la luna es un punto flotando en el mar,
agonizan las raíces donde nacen mis versos
y lo que ayer era simple hoy es especial...

 

Mi mundo es un conjunto de fragmentos
de esparcido polvillo de arena y de cal,
todo en mí es un claustro de misterios
donde lo humano es más que lo material.

 

Navego sin timón en busca de un puerto
mi brújula que carece de un simple imán,
el horizonte está cada vez más lejos
e ignoro adonde las olas me han de llevar.

 

Me aúllan demasiados lobos hambrientos
recordándome que soy yo un simple mortal,
que soy solo un hombre tan lleno de miedos
que necesita su fe en su mundo espiritual.

 

Devastado está aquí mi propio universo
la nostalgia es una lluvia llena de soledad,
con las golondrinas se fueron mis besos
y yo me quedé dividido en mi otra mitad.

 

Al caminar mis pasos van perdiendo su eco
ya no hay nuevas estrellas que contar,
tan solo un corazón que late en mi pecho
moviendo a mi vida entre el bien y el mal!