No me e de rendir, porqué lo que quiero es vivir.
No he de calmar tus antojos, ni me verás perder y tampoco me verás morir.
Ni en la noche fría aunque me congele el frío,
aunque de miedo muera bajo la tormenta, es esa la que mi ansiedad aumenta.
aunque el sol se oculte en esa cordillera, sin que de lejos lo viera. Aunque del viento me esconda, y se calle el silencio, no me rendiré.
Aún hay fuego en mis labios, y puedo advertir a varios.
Aún hay tiempo para vivir la vida de mis sueños, aún hay tiempo para que de mi alma seas dueño.