Fue un puñado de deseos,
Un sin fin de sueños cumplidos aunque aún inexplorados,
carcomiste cada rincón de mi ser,
Desvelaste cada osadía
Me tomaste por tuya
Como si hubiese sido el ultimo día de la eternidad,
Ahora, llevas consigo mi esencia,
Lamida,
Seca,
Ahora inerte
Y yo… creyendo haber ganado la partida solo porque creía sentirme tu musa
Y sin fundamentos
Tengo las manos vacías,
Vacías de mi.
No reconozco que era esa luz que dictaminaba la libertad en mis ojos,
Si más hoy es tenue, casi inexistente…
Estas letras me hostigan,
Se hacen tuyas
Como un laberinto sin salida te sigo recorriendo,
Mírame,
Tómame,
Y destruye cada vacío que has dejado,
Lléname de luz,
Porque este cuarto es cada vez mas lúgubre sin ti… y me odio por flaquear, por permitirte destruirme aun sin estar… y vuelvo de nuevo a ese pequeño instante en que la vida me pinto de vida cuando toqué tus labios, y es que no son patrañas, al tener ese momento de felicidad en tus brazos, el mundo enmudeció y deje de existir mas allá de tus ojos oscuros.