jorge enrique mantilla

Recordar

Recordar

 

Recordar, es volver a escuchar aquel susurro cerca del oído

Es volver asentir ese aire, ese aroma, que nunca se ha ido y sigue allí guardado en fragancia en cualquier instante ofrecido

Es volver a sentir el beso de la vida, que el tiempo creyó ido y desaparecido

Es la semilla de la existencia, que brota de un grato recuerdo, en felicidad convertido

Es volver a sentir aquella sombra del pabilo incólume de la llama encendido

Abrir el closet y volver a lucir aquella prenda que ha estado guardada y hoy luce nuevamente elegantemente vestido

Es como despertar y volver de aquel sueño, que la pesadilla lo entretuvo placenteramente dormido

Recordar hoy el ayer, antes de que llegue el mañana y todo se haya ido al triste y lánguido olvido

 

Recordar aquellos besos bajo aquellas lluvias, que una vez cayeron en torrenciales

Volver a sentir aquellos brazos con emociones y pasiones de amores queridos sentimentales

Recordar, es volver a sentir el cántico olvidado de las bellas aves

Cruzar el riachuelo en la barca y recordar con nostalgia aquellas antiguas y solitarias naves

Es volver a sentir aquellas sombras que van y vienen más allá de los miedos, que se esconden en los umbrales

Es la dulzura o amargura del ayer, con recuerdos felices o de otros crueles, tristes y brutales

Es volver a sentir el revoleteo de las gaviotas, que, como el ayer, surcaron otras aguas y otros maravillosos mares

Es estar aquí y el pensamiento volar a otros lares visitando con el alma otros bellos lugares

Es volver a sentir y ver como el granizo endurecido vuelve a romperlos brillantes cristales

Y de aquella fatídica enfermedad, recordar el dolor, las angustias, el clamor y volver a sentir la mano del doctor que se anida con amor en los hospitales

 

Recordar, es volver sobre aquellos pasos del ayer con sudores y lágrimas de pasos con huellas marcadas, lentamente caminados

Es inmortalizar y evocar nuevamente lo bueno y lo malo del pasado

Es traer nuevamente a la memoria el tiempo del ayer, que se fueron y hoy con alegrías son recordados

Es podar entre la maleza de los matorrales, la cueva del recuerdo, que con el olvido fueron olvidados y cerrados

Volver a romper las cadenas que una vez fueron con candados a la fuerza silenciados

Abrir nuevamente la ventana y de las aves que surcan los horizontes, volver a sentir y oír sus alegres cánticos con el alma y corazón escuchados

 

Recordar, es rememorar el pasado de la vida alegre, bella, encantadora y hermosa

Es refrescar la memoria, que estuvo enmohecida, ida entre sombras silenciosa

Volver la vista hacía atrás y traer del pasado, aquello que hizo de la vida preciosa bella y asombrosa

Es volver a sentir del corazón el nuevo palpitar del ayer, con alegrías y felicidades amorosas

Es sacar entre las cenizas, el tizón de la vida encendida querida y maravillosa

Recordar, es volver a sentir el amoroso y apasionado beso de la vida, que estuvo por un tiempo escondida, en forma clandestina y misteriosa

Es volver a sentir del ardiente día, la acalorada vida y en las noches recrear el bello recuerdo con la amada, con los rayos de la luna bella, luminosa y esplendorosa

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 24-2023