Cuando la ira no anida en el pecho, cuando el rencor no se conoce , ni el despecho interesa, es la indiferencia la que reina , la que vuela al viento, la que vive ajena.
Cuando la amistad falle o el amor se desvanezca como tantas cosas se apagan , no oscurezcas tú con ellas.
Tienes luz propia no dependas de otras velas, que la vida es muy corta y la luz que dentro llevas es eterna.
Atesora los momentos, los buenos son los que te llevas, y de los malos olvida o aprende de su escuela.
Cuando las alegrías aparecen y las ilusiones regresan no las descuides! que las tristezas vienen aunque no las quieras.
Mantén tu mente y corazón en el hoy, que del ayer ya has pagado tu penitencia , y del mañana no te ofusques ni tampoco lo busques, el vendrá si se le antoja , el se presentará aunque lo rehuses.
Vive el hoy! es el que importa y a el que te debes y no olvides que tu luz es más fuerte que tus penas.
Aquí no queda nadie, ni los buenos, ni los malos, ni los ricos ni los pobres, ni los valientes ni los cobardes, ni los débiles, ni los fuertes ni tampoco los inteligentes.
Tan sólo vive en coherencia, y lucha por tus ideales y por tus intereses y olvídate de lo que aporta engaño y de lo que daño engendra.
Para qué gastar energía en personas o cosas que no aportan ganancia si la vida es muy corta y los sueños muy amplios.
Da la media vuelta e ignora cuando el sendero es amargo y emprende otro camino con el corazón alzado.
No pierdas tu presente con dolores del pasado ni temas a un futuro que todavía no ha llegado.