Si vos estas tan sola como yo,
y digo sola de soledad, no de
querer estar sola,
porque lo primero nada que
ver con lo segundo.
En cuanto a lo primero, ósea la soledad
es difícil de llevar, y tal vez
más fácil de explicar.
Lamentablemente no depende de
nosotros el poder llenar ese vacío
esa sensación en el pecho
del no tener con quien estar
un domingo por la tarde, en el parque,
en la plaza, en la cama o en la sala de estar.
Es querer a alguien y ese alguien
ya no está, o solo es un deseo
de esa persona especial
que parece que,
nunca va a llegar.
Querer estar solo, a veces para pensar,
a veces, sólo, por solo querer estar.
No querer a nadie que llene
ese vacío en el pecho,
de las horas
que parecen no pasar,
Ni esos domingos por la tarde,
ni los jueves cobardes.
Que no haga falta nadie
para sentirse bien.
Ni necesidad tampoco,
que alguien nos saque del abismo
y estar solo, por sólo, solo querer estar,
es estar solo pero no de soledad.
Por eso te digo, te invito
a vos, que estas tan sola como yo,
pero sólo, si estas así de sola, ósea sola y llena de soledad
y un domingo por la tarde, un jueves por la noche
o alguna mañana de este otoño, mi nombre
se pasa por alguno de tus pensamientos
y decides compartirme tu soledad.