Perdido en el mar del desasosiego
Perdido en el mundo, en tu piel que es de fuego.
Me encuentro perdido en tus ojos profundos
Camino por tus pupilas como un vagabundo.
Silencioso buscaba tus pasos en el polvo, el agua y el viento;
Y solo en mis sueños te encuentro.
Sediento, perseguí la estela de tu aliento,
Mi mente pensativa, y yo te siento en el viento.
Soñaba con tu cintura,
Con la dulce línea de tu cuerpo deslumbrante,
Soñaba con tu mirada limpia y penetrante.
En mis sueños veía tu silueta lejana, inexplicable;
Y en tus ojos miraba tu cariño inefable.
Eras como una flor y tu belleza era incalculable.
Desesperadamente corrí a tu sombra, para mí lejana,
Y mi corazón te abrí un día por la mañana.
Y ahora...
Vivo observando las estrellas en tu desnuda cabellera,
Vivo palpando tu cabello como una enredadera,
Y en cada uno de tus delgados cabellos florece la primavera.
No quiero ni hoy, ni mañana alejarme de tu sombra,
Serás siempre la bella chica que a mí vida asombra,
Serás siempre la chica que mis palabras nombran.
Y seguramente otros hombres vendrán
Y sus besos y abrazos sepultarán a los míos,
Y está nota probablemente quedará en el olvido,
Y mi corazón apagará sus latidos,
Y me quedaré profundamente dormido.
Pero no olvides algo: este hombre es el que más te ha querido.