En el lago tranquilo y sereno,
donde la barca se mece en sueño,
las nubes, en lo alto, al viento juguetean,
mil reflejos en sus aguas se pasean.
Y tú, con tus ojos entornados y serenos,
contemplas este mágico escenario ameno.
La naturaleza en su esplendor se despliega,
en este rincón del mundo, el alma se entrega.
Las aves cantan sus trinos con dulce encanto,
y el viento suave acaricia el lago y su canto.
Bajo el sol que se oculta en el horizonte,
nuestro amor florece, como un verso en la fonte.
En este instante, el tiempo se detiene,
y en nuestros corazones, la pasión se sostiene.
Así, en este lago de ensueño y quietud,
nuestro amor perdura, eterna juventud.