"La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan."
Thomas De Quincey (1785-1859)
Cuánta ausencia hay en mis mañanas,
con la soledad embarrada en el pan
entre algunos trozos de fresca nostalgia,
con mucho por decir y a nadie a quien compartir.
Amanecer así, entre la luz tenue de mi silencio;
es inventarme pensamientos sabor avena,
darle sonido en el paladar a la miel
y dibujarle rostros al vapor de la camomila.
Mis ojos degustan desiertos
con mis parpados que al cerrar, rechinan.
No hay lágrimas, ellas duermen en la tetera,
son el té de mi amanecer.
Clavel Rojo
Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados