Mi Luna Negra, preciosa en la noche oscura,
te mimetizas con las oscuridad del espacio,
tu alma esta de luto, junto a mi sepultura
no luces tus galas brillantes color topacio.
Ese velo de nubes azabaches que oculta tu rostro,
y la lágrima que se desliza por tu cráter,
que por mi partida ha dejado en tu corazón, cual perla en el ostro,
pero el calostro de la Galaxia, me elevará a ti cual Éter.
Acercando a tu superficie, la luz que se alejo
que con prolongados ósculos irradiabas
viendo tu reflejo en el marino espejo
en el que sin mojarte por sus océanos nadabas.
Tan profundo como el universo donde levitas,
espectantes estrellas cuentan las horas,
en las que mi cuerpo regreses a la Vitae
porque nadie te amará como yo lo he hecho hasta ahora.
Luna Negra, que por el espacio de mis oscuras pasiones gravitas
con tu movimiento sigiloso, siempre de mí estas al asecho,
como una hermosa pantera entre tus garras me excitas,
rasgando mi corazón con tus besos, alunizados sobre mi pecho.