Hablamos de labios partidos
con toda la menstruación
intacta, de zonas abultadas,
como formas de colágeno
y secuencias. De prostituidas
zozobras y conversaciones místicas,
en los ojos millares de arañas adictas,
y con un cerebro dividido y lleno de
malezas. Oh sí, descubriste el desierto,
esa forma de engaño supremo, la bilis
del alma amputada, y sus consecuencias.
Te gusta la rabia pura y la ira musical,
la libertad del piso vacío, su desordenado
y extenso cuerpo celeste.
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