Se desliza su pluma suavemente
con la dulce cadencia de un suspiro;
y en sus letras sublimes yo respiro
el arpegio mas tierno y vehemente.
En su lira florece incandescente
ese mágico brillo de un zafiro;
con su verso romántico que admiro
y que trae de amor su luz fulgente.
Es un vals de magnífica armonía
la ternura que emanan sus poemas;
donde fluye soberbia sinfonía
que desgrana las notas mas supremas;
de la mística y dulce poesía
que posee de Eratos sus emblemas.
Autor: Aníbal Rodríguez.