Amado corazón:te pido
la paz alzando su estandarte
después de fuertes tempestades,
que llegan, sin pedir permiso.
No juegues nunca sin sentir
el cálido romance aquel,
que aquella vez te hizo perder
lo más preciado para ti.
No gastes tiempo en agradar
ni dejes de apreciar la lluvia,
e ignora la mordaz calumnia
y enfócate en tu luz, tu paz.
Recuerda dar de lo que tienes
a cambio de un latido más.
La vida pasa, y al final
ninguno lleva de sus bienes.
W.M®