¡¡¡Dios mío, qué mujer!!!
Una tarde en un bar, conocí a una morena,
Tan bella y elegante, que con solo mirarla, se te quitan las penas, y te enamora al instante.
Me fije, en sus ojos marrones, en sus labios sexenales, en su cuerpo de modelo
En su cara de rosa, y me sentí, flotando en el cielo
Valla mujer, dios mío, qué mujer, la que vi aquella tarde, en el bar.
Se metió tan dentro de mí, que ya… no la e podido olvidar
Cuando cierro los ojos, de noche a mi lado yo la sigo viendo
Que sus ojos me miran de frente, y su boca me está sonriendo
Que sus brazos, quieren abrazarme, y su boca me sigue pidiendo
-Quiere me, por favor, amor mío, quiéreme- me susurra con dulces suspiros
-Quiere me, amor mío por favor, quiere me. -Que necesito tu amor, más que el aire que respiro.
Hoy e vuelto a pasar por allí, y la e visto sentada en la mesa
Me e quedado pillado, al verla tan bella y sencilla,
Mas pillado me quede, cuando ella me ofreció, una silla,
Estuvimos tomando café, y hablamos, de mil cosas distintas,
Pero a mí no me salían las cuentas, al sentirme tan cerca de ella, mi deseo de abrazarla, aumenta, y aumenta
Su risa se mete en mi alma, su mirada perfora mi mente
Sus labios me llaman me llaman, estoy, alucinado, estoy como preso
Y tengo que cogerme a la silla, para no abrazarla, y llenarle hasta el alma… de besos.
Autor: Joaquín Méndez, alias garrulo. Reservados todos los derechos por el autor.
11/10710.