El magnesio alcalinotérreo
inflama momentos álgidos,
por entre la porosidad abismal
del ateneo autigénico corrupto
La sustancia irrita las medulas,
expande por entre los vértices
del colectivo que inhala vanidad,
en ingesta de fragmentos yermos
La poterna se abre de par en par,
se entrevé la perniciosa latencia,
y refleja las regurgitantes náuseas
del refractario acero, desmedido
Embebe el sudor competitivo del
ranking de estío y evaluado hartazgo.
El magnesio forense sobre la mesa
de los relámpagos y drones huraños
Las mareas carcomen el celeste aire
de torbellinos amargos e incognitos,
cual inmortales esperpentos ambarinos,
amedrentando desgarradas mentes
¡El contexto se agita en óxido de magnesio!