Te ví partir asi de fácil no hubo
llanto, ni de mi boca salió un quédate,
porque si tú no tenías amor para mi
para que retenerte. Y mi corazón
no sentia amor por tú desdén,
desde hace rato, hasta en casa tenía,
no en cantida pero nunca te faltó
el pan y el amor, y respeto aún así no
me atendía con amor. Todo lo hacía
con malas ganas y enojos, yo mismo
preparaba mis alimentos, que manera
de conportarte conmigo.
Hoy soy feliz y tú lamento no lo quiero,
estoy solo, sí, pero no me falta un te
quiero de personas que está conmigo,
por mí sencillez que aún llevo en mi
si presumir de lo que no tengo. Que
bonito fue tú ida, que hasta el día de
hoy no me haces falta tú, ni un te
extraño. Por ti y en mi humilde casa,
hasta mi corazón vive contento.