Ben-.

Sin noticias de ti-.

Resumo bocetos dibujos

arabescos sutiles de fragancias

inservibles: es neutro mi ajuar

de piezas de ajedrez mordidas.

Mi vida, numen de exagerada

convicción, estro intacto de rocas

alanceadas, vituperable extracto

de orden bancario. Cómo cae

el sustento de la náusea y ese inédito

contrato con lo alto, lo celeste.

Miren, mi vida, no es mucho;

su materia converge en acequias,

entre vegetales confusos. El nupcial

abandono de la arcilla transmisora.

 

 

 

II-.

 

Ejército desplazado en la niebla,

tropiezas contigo mismo en la nevada

interior, íntimo consuelo que atisba

su murmullo de rocas. Vislumbras

tu vida, resplandor inexacto, que acumula

polvo y secretos estériles: del escuadrón,

poco queda, sólo sueño, estirpe, leyenda

de los orgánicos desarrollos.

Mas es entonces cuando se aproxima

la tempestad, el derribo de los licores

nupciales, de las blanquecinas paredes,

de esas extrañas bahías donde desnudaban

tu cuerpo. Unción neblinosa, soledad devastada

por un sigiloso testigo-.

 

III-.

 

 

Murallas que dan al corazón

rudimentos en que encajarse por instantes.

Secretos que derrumbó el verano,

torpezas que enumeraste en silencio.

Paredes repletas de olvido, incertidumbre.

Muros desvaídos, cartones, sábanas,

bebidas posadas sobre sucios barriles.

Invento la vida, amor, para ti.

Lástima de madreselvas, crecidas al alba!

 

 

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