Entre cristales alma,
vitalidad emparedada,
idea casi impensable
que trata de liberarse.
Raíz de un cielo nuevo
donde tracen sus vuelos
las aves de aire, libres,
lejos de nubes grises.
Reflejo de un sueño,
clara señal en el agua,
entre lágrimas fuego,
pues creo que me ama.
Aqueya extraña estreya
entronada entre la sombra,
eterna y poderosa,
corona al pobre poeta.