ALVARO J. MARQUEZ

AMIGA NOCTURNA

Qué linda se ve la nena

cuando mueve sus antenas

casi en forma de saludo.

Como manchadita de barro,

espera a ver si la agarro,

lo cual puede ser...pero lo dudo.

 

Y todo la hace ver tan mala

cuando amenazante abre sus alas

y parece planear su vuelo.

A lo mejor, si le gusto,

intentará darme un susto

enredándose en mi pelo.

 

Cuando entró por mi ventana,

se coleó la muy tirana

sin que nadie la invitara;

había un cortejo de hormigas

con la mano en la barriga

riéndose en mi cara.

 

Buscando el insecticida

sentí que arriesgaba la vida

al caminar por mi cuarto,

pues si tenía la desdicha

de que volara la bicha,

podía darme un infarto.

 

Le vacié la lata completa

y hasta la misma cuchufleta

se la dejé bien mojada...

Y ella con su pijama,

se metió bajo mi cama

caminando como si nada.

 

Tuve que removerlo todo,

pues tenía que haber algún modo

de terminar de matarla.

Estuve un momento acostado,

yo la escuchaba a mi lado,

pero no podía encontrarla.

 

Al final, con las patas pa\'rriba,

no pudo mantenerse viva

y se ahogó en su propio encierro.

Pero la noche se puso aterradora,

cuando el resto de las voladoras

llegaron para el entierro.