No sé qué angustias te pulsan
que hacen tus voces de arenas
no sé de qué soledades
te brota fuente de penas,
pero sé que tu palabra
es un arpegio en que drenas
cual vuelo de mariposas
el dolor de tus cadenas
que tu palabra las rompe
y en poemas las ordenas
y a mí me arroban y atraen
como canto de sirenas.