Esta tarde de lluvia me invita de nuevo a la nostalgia
a caminar en los días que ya no volverán,
a volver a esas pequeñas cosas jamás olvidadas
a aquellos besos que ya nunca más me besaran...
Un angosto camino de piedras grises y blancas
de lunas perdidas solitarias tras un inmenso mar,
un aire que se mezcla con las cenizas guardadas
que mis lágrimas inútilmente han tratado de ocultar.
Me recoge un frío intempestivo que me ultraja
algo tan parecido a lo que es la fría soledad,
el pasado me está jugando mal las cartas
y soy yo quien aquí se sacrifica una vez más...
Vuelvo a navegar en aquel silencio lleno de palabras
en el universo que sobre mí solo sabe girar y girar,
en aquellas caricias que hoy solo me maltratan,
que me han condenado sin darme un poco de piedad...
Palpita mi corazón abierto de par en par en su desgracia
atravesado mi cuerpo por un sangriento puñal,
mi rostro ante el espejo es una simple máscara
y todas son luces que muy pronto se apagaran...
Puedo ver como salen de mi veloces fantasmas
buscando esconderse con las sombras en la oscuridad,
como quisiera en este instante tener buenas alas
y desafiar a la lluvia triste queriendo tan solo volar!
Pero aun así intento recuperar aquella mirada
y del baúl de mis deseos intentarte yo tocar,
porque aquí sin ti viendo las gotas de agua tan claras
me duelen estos versos que tú ya nunca los leerás...