Estuve en Vietnam,
Da Nam y en tu Cam-a
Arrojando Napalm
encendiendo con las palmas
la selva de deseos.
En Tet, te dí mi corazón
aun latente, después de abrir
mi pecho con un cuchillo,
sangrante aún de pasión por ti
y por tu sensual explosión.
Nacido para matar con
una Full Metal Jacket,
entre la selva de sabanas
nos abrimos paso,
un lago de eróticas y
cristalinas aguas en Hanoi
se desbordaba,
por un río de corriente lujuriosa.
Enterrando y desenterrando minas,
lanzando granadas y explorando orificios,
sintiendo en carne propia el placentero dolor
de la picadura de la serpiente,
sin sufrir daño alguno.
Condecorado con medallas,
colgantes aún en mi pecho,
Pero ninguna resalta más
como tus besos, que aun lo condecoran
cuales cicatrices sufridas en amoroso combate
recordando las marcas de aquella noche
donde de combatiente pase a ser prisionero.