La vejez en su laberinto
Se esfuma lentamente la vida, de día, de noche y al atardecer
Se resigna la existencia y palidece el cuerpo y el alma al envejecer
Acrecientan los padecimientos, los quejidos, llantos y el espíritu empieza a sufrir y padecer
El laberinto empieza con el encierro, buscando afanosamente la salida y está confundida a desaparecer
Se inicia a envejecer, cuando se pierde la motivación de vivir, el cuerpo arrugado y encorvado se empieza a recoger
Cuando languidece la dopamina en el cerebro y en su sangre espesa, sin ejercicio a recorrer
Se pierden las ganas, el deseo de seguir viviendo y las enfermedades confundidas rápidamente a crecer
Se extravía el placer, la motivación y el plácido amor, con bendiciones a prometer
El cerebro deja de producir sensaciones placenteras sin relajación y el espíritu en torbellinos envolver
El cuerpo y la mente se jubila, el encierro sedentario en un claustro solitario y nebuloso, sólo a Dios agradecer
La vejez es un laberinto, es un campo árido y solitario, lleno de sombras, de soledad, de tristezas, sin alegrías y sin fuerzas para resolver
La encrucijada de la vejez, es un estadio seguro y completo del camino final de la hermosa vida
Llegar solitario y encerrado, es un fastidio lleno de miedos, de achaques, sólo pensando en la lánguida partida
Envejecer es un lío, que causa caos, espantos de ver de cerca la muerte de túnica y mortaja de negro vestida
El laberinto de la vejez, confunde los últimos estertores y suspiros, enredando la fatídica salida
No rendirse, ni resignarse a lo que los demás opinen y finalizar sin estocada en la arena, la corrida
No encerrarse a morir antes de tiempo y esperar el estruendo de la penosa y lastimosa caída
La vejez es confusa y enredada, así vengan con sueños placenteros dormida
La vejez es sabiduría, es experiencia, es respeto, es alegría y júbilo y debe ser por todos con amor y emoción, comprendida
La vejez es revivir anécdotas, es leyenda, es la costumbre que un día se marcha y rauda la vida sin llantos olvida
¿Acaso has visto todo lo que tenías que ver, gozar y beber, de lo que la placentera vida le ofrece en bandeja servida?
Salga del encierro a recorrer el mundo y ponga el esqueleto a bailar con las olas del mar, alegrando y motivando de la hermosa vida, su movida
La vejez, no es parar de vivir, ni encerrar el cuerpo, ni maniatar el corazón, ni hacer de la placentera vida un escalofriante y acalorado infierno, en llantos convertida
El laberinto de la vejez se debe guiar y acompañar de amigos, de familiares, rodeados de alegrías y felicidades, así sean las últimas llamaradas con pabilos encendidas
Atravesar el laberinto y disfrutar de un café, molido y burbujeante con la amante, con la esposa, con la amiga o con aquella moza querida y bandida
Surcar la encrucijada de la vejez, lleva a la vulnerabilidad y a perder la lucidez de la mente en su lánguida despedida
Enclaustrar la vejez de la preciosa vida en cuatro paredes, el cuerpo se vuelve frágil y la enfermedad sale del encierro donde estaba escondida
La vejez en su laberinto es un incordio, es un fastidio atiborrado de estorbos, donde las lágrimas del alma son con sufrimientos detenidas
Atravesar el barullo de la vejez, es un pavor, es el temor con el miedo agónico y espeluznante con el velo de la muerte revestida
El laberinto de la vejez es un paso más y el último buscando afanosamente de la esplendorosa y hermosa vida, la lánguida despedida, sin encontrar su miedosa salida.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga marzo 30-2023