“Me he dado cuenta cada vez que canto
que si no canto no sé lo que digo”
Adolfo Cabrales, Fito&Fitipaldis
Mi canto indehiscente
en tus manos,
como esperando ser abierto,
desencríptame las voces
que llevo dentro,
deja el danzar de mis manos
en el cuerpo armónico
delineado por las vibraciones
que florecen de mis uñas,
deja de lado el silencio,
arréglame el compás
y acelérame los tiempos
que la gloria es fusa
y el beso una redonda,
baílame el poema
ensortijado en mi garganta,
quítame la aspereza de la voz
que la tengo ronca de no cantarte,
dibújame tu cuello en una nube
y que me llueva el cielo entero,
alíneame los versos y el deseo
y arrópame con ecos mi silencio.