No puedo dejar para después lo que tanto he querido decirte, no puedo dejar pasar la oportunidad de verte, abrazarte y confesarte que te volviste importante, no precisamente famosa, pero si muy importante en mis ganas inmensas de querer, quererte tanto como nunca lo has de imaginar, quererte como te quiero no se si sea virtud o defecto, pero quererte como te quiero, no lo puedo dejar para después.
Dejarlo puede ser nunca, dejarlo sería lidiar con la culpa, dejarlo para después se volvería mi condena, por eso, ahora y siempre que pueda, dejaré la cobardía y lidiare con el miedo al rechazo, con la pena de ser olvidado, con la desdicha de no ser para alguien, porque nadie pertenece a alguien.
Después, pueda que sea nunca, pueda que la amargura acabe conmigo, pueda que me este muriendo por verte de frente y lanzarme al mar de tus besos, o como pueda que tú también estés en la borda, esperando de mis labios el roció de las olas.
No se debería dejar para después un hola, un abrazo de esos a te extraño demasiado, un tierno gesto de buenos días, una caricia que no se olvida. No deberíamos dejar para después lo que en el ahora estemos por confesarlo, por hacerlo, por realizarlo. Después puede ser nunca, y para mañana ya es tarde, y la rosa se ha marchitado.
Henry Ruiz
20 DE SEPTIEMBRE 2023
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