Como buena cerveza de Baviera,
rubia o morena, fría o destemplada,
capaz de conquistar la delicada
razón de la razón con voz ligera
o como la burbuja que subiera
ingrávida y sutil la balaustrada
desde el borde del vaso hacia la nada
con la pasión del que la nada espera
o como la visión del que la gusta
cual sueño regalado por la vida
que la alegría bávara reclama,
puede ser el poeta en liza justa
de verso, estrofa y letra enfurecida
si no le falta el lúpulo y la llama.