Sergio DeBaires

La pasta de los domingos

Cinco cebollas medianas
dos ajíes colorados
tres dientes de ajo picados
¿Perejil? Si tiene ganas.
Domingos por las mañanas
la esperanza de los goles
la salsa de los ravioles
y el cuerpo de la vecina
que abandona la cocina 
y empieza con sus bemoles.


Que la mime como anoche,
que prepare la comida,
que la tenga entretenida
y lleve a pasear en coche.
De paciencia hago derroche
Mientras corto la salchicha
y como el gordo bachicha
al freír sello el peceto
demientra le hago un soneto
de amor a la susodicha.


Tenga tomates pelados
peritas al natural
da lo mismo, es casi igual
si son  puré o enlatados.
Los cocineros domados
dejan la lata a su dama
mientras van a hacer la cama
reniegan de su domingo,
él la cancha y ella al bingo
es comedia y melodrama.


Pique con mucha paciencia
el morrón y la cebolla
y fría todo en la olla
parejito y a conciencia.
Cocinar no es una ciencia
algunos dicen que es arte.
Existe el chef que comparte
de su cocina el secreto
y el que en su viña, mayeto
solo le enseña el descarte.


Escuche siempre al primero
del segundo desconfíe
quien esconde lo que ríe
es carne de vertedero.
El maestro verdadero
siente que alcanza la meta
si el alumno: su cometa
se remonta hacia lo alto.
\"Educar funda en basalto\".
De la vida es la receta.


La cebolla transparente
avisa que está cocida
Es práctica esta medida
lo digo de buena fuente.
En la fritanga caliente
la salchicha ha de poner
no se olvide revolver
para que no se le pegue.
Hasta que el dorado llegue
paciencia habrá de tener.


Después agregue el peceto
que antes había sellado
y téngase preparado
un vino blanco discreto.
Un trago pa\'su coleto
dos vasos a la mixtura
baje el fuego y con ternura
agregue: pimienta, sal
y de jengibre un dedal
si le gusta la aventura.


cuando hierva baje el fuego
y deje que su nariz
se pinte con el barniz
que preparó con su juego.
El tomate desde luego
viene de continuación
y como una exclamación
unas hebras de ajedrea.
¿La dama lo lisonjea?
Pida un beso y ovación.


De pasta la que le guste
de queso un buen provolone
que a la dama eso la pone
generosa bajo el fuste.
Como al motor el ajuste
la caricia a la mujer
la suaviza ¡Que hay que ver!
Dice el dicho popular
si quiere aprender a amar
primero aprenda a comer.


\"Elegir bien el menú
preparar los ingredientes
servir los platos calientes
y olvidar cualquier tabú.
Háganle un buen rendibú
a la belleza servida
mientras gozan la comida
nunca olviden los modales.
Que el hombre vence a los males
tratando bien a la vida.\"