Una sensación triste recorre el alma,
señas de una amenaza al horizonte:
soledad y miradas vacías del monte
anhelos de ser una forma de calma.
No hay remedio para el brío perplejo,
lentos espejismos clavando miedos
amenazando y desatando enredos
muestras de un corolario complejo.
Lo demás, son auto-recriminaciones,
sueño que que quedó inconcluso,
gran dolor, que a mi alma expuso
notificando un final a mis canciones.
Lo demás, sólo son frases al viento,
intentos de una poesía redentora,
proyectos de vida cuajando hora,
sinrazón que expresa su momento.
Sinfonías que están emitidas desde lejos,
en los anales de una vida alrededor,
antigua canción de anhelo del creador
versos tristes, marchitas voces de viejos…