Corren las nubes,
avanzan los relojes
con su tic-tac.
Y tú los miras,
observas su proceso
junto a la mar.
Hay en las nubes
un tinte de nostalgia
para soñar.
Sueños de niños
y sueños de mayores
en pleamar.
Fueron veranos,
con largas primaveras
en singular.
Luego se unieron
otoños con inviernos
junto al hogar.
Tiernas canciones
de brasas y de leños
en su quemar.
Hoy, esas nubes,
me dicen que otros años
han de pasar.
Y si se paran
será con golondrinas
para anidar.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/09/23