David Arthur

Yorkshire (Condado de la rosa blanca)

 Mi amiga María C , me pidió publicar mi poema Yorkshire ,

publicado en Poemas en 2015, debido a mi comentario ayer

acerca de su poema Cumbres Borrascosas.

 

Veladas por la temprano neblina del alba,

las deshojadas cumbres borrascosas,  torres sobre los páramos,

que soplan vientos friós por las calles de Howarth,

el pueblo de los Brontë.

 

¿Era aquél llanto de tristeza de Catherine?

Un espíritu en vano llama el nombre de Heathcliffe,

rompiendo sin piedad el silencio

 

Más allá los “Dales” exponen su paisaje, un alfombra pastoral,

escenario para una abadía majestuosa,

su violada belleza duerme en cautivo aislamiento

de su propia historia.

Chimeneas satánicas, testigos de tiempos de revolución,

y días de gloria

quedaron sordomudas en una inactividad perpetua,

esperando con orgullo su sentencia.

 

Fundado por los romanos en la orilla del río Ouse,

Eberacum,

fortaleza cuyo muro protegía contra un enemigo

olvidado en la neblina de los siglos.

¿Cuántos tesoros quedan por descubrir

por debajo de esta ciudad catedralicia?

Cuyo nombre York lleva con orgullo

aquel puerto en el nuevo mundo.

 

Ciudad capital de glorioso linaje de reyes,

condenado a perder una corona.

El joven Rutland,

la rosa virgen de la casa de York,

despedazado en Wakefield,

por la espada pérfida de la rosa sanguinaria de Lancaster

 

El faro de Flamborough marca el lindero,

por más allá,

las olas con espuma blanca tienen el mando

de un seguro regreso al puerto de Kingston.

 

Un latido nuevo motiva el país.

Los orgullosos “Ridings”,

fragmentados por capricho,

del norte al sur, del este al oeste,

su identidad por siempre perdida.

 

Desde muy adentro, las raíces,

la nostalgia de estar de nuevo entre ellos;

`la sal de la tierra´,

el pueblo de Yorkshire.

David Arthur ©®