Falto de pies
Y ya ando de boca en boca.
Sin lengua que diga palabra
Y aseguran escucharme.
Si no tengo orejas, ¿por qué me hablan?
Si soy tan diminuto, ¿Por qué me auguran grandeza?
Lo indefenso que estoy y esperan tanto de mí.
Apenas una parte de mí sueña y soy el todo de otros.
Los lleno de lágrimas y tan bien de alegría.
¡Que locura será cuando les grite mi nombre!