Carpe noctem.
—poema de Aurora Luque.
Noche, quietud,
noche, silencio,
noche, descanso.
Al filo de la noche
extendí mis navajas,
me quedé quieto
para no despertarla,
quedé completamente
inmóvil, quise hacerlo
pero la mano me temblaba.
Deshice las sábanas,
ella dormía plácida,
la cara espejo del alma,
su miedo descansa, sus ojos
dos luceros cerrados, sus manos,
palomas sin alas.
Quise hacerlo pero no pude,
no tuve el valor, me sobraba
el amor que le sentía.
Me vestí, fui al quiosco
de la esquina que siempre abre,
compré tabaco y fumé.
Me sobraba el amor y lo tiré
a una papelera, necesitaba salir
para volver a entrar con fuerzas.
Después de dar vueltas y vueltas
volví, recogí el amor que tiré, me tapé,
me perfumé por si ella quería de mí,
me abracé fuerte a su mástil,
me sentí Ulises frente a las sirenas,
me sequé las dudas y me puse el pijama,
le acaricié tierno para no suspender
su dormir y me introduje dentro, lento,
ella sonrió como si hubiera entrado
en su sueño y me apretó la pierna.
Me acerqué a su fuente y derramé
mi amor entero sobre su cuenca.
Noche, amor, abrazo, cucharita,
no hay otro argumento...