Me subo a mi terraza
desde donde creo...
ver un trocito de cielo.
O quizá es un reflejo
del ansia de libertad, saciada
cuando me conformo con la simpleza
que otros...
absurdamente belleza le niegan,
añorando como esclavos tener
esas fantasías que los encadenan.
Arrullan esas montañas;
pregonan clamor al naranja,
al atardecer de los cielos...
Cuando la luz se entrega a la oscuridad
y alumbran al camino los luceros...
me viene el sentimiento:
\"yo estuve en aquellas tierras
que exhalan agradecimiento
al deleite de los colores del cielo\".
Soy creador de lo que veo,
el dios liberado
al amar con la verdad del deseo.